Con la fuerza del mar, su sexto disco, Resistencia Suburbana acentúa su impronta rastone con un cancionero energizante para tiempos abúlicos. Los músicos asumen el rol de macheteros que despejan la maleza para abrir camino donde no existía. Aciertan cuando apelan a la lengua popular y no se atan al glosario de la cultura reggae. A veces, las letras de Luis Alfa parecen escritas a la vera de un camino de tierra del conurbano, mientras los primeros rayos del amanecer refractan sobre los techos de chapa: "Ni un estéreo ni una zapatilla valen el dolor de tu mamá", entona en "No lo hagas más", un himno para rescatar a pibes chorros. Las violas distorsionadas sobre ritmos cansinos terminan de conformar un estilo que ya es marca registrada. Si es que todavía les faltaba rendir algún examen técnico, acaban de graduarse con la precisa versión de "Plus rien ne m'étonne" de Tiken Jah Fakoly.
